Estimula y cuida la mente y el cuerpo. En personas mayores cada vez hay más estudios que respaldan la recomendación de tener una vida activa, practicando ejercicio de forma habitual como medida para reducir la progresión de pérdidas cognitivas.
Genera optimismo y mejora autoestima. Muy recomendado para la ansiedad.
Realizar actividad física con regularidad ayuda a mantener un nivel saludable de azúcar en la sangre. Ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis , cardiovasculares , diabetes, sobrepeso, artrosis, algunos tipos de cáncer… Ayuda a tener los músculos fuertes y flexibles, reduciendo la aparición de molestias y lesiones.
Mejora la calidad del sueño. Un estilo de vida activo puede significar un sueño más reparador y profundo.
Junto a una vida activa, una alimentación saludable es fundamental para cerrar un círculo perfecto.
